Pierre, un periodista de política, que supo ser corresponsal de guerra, está en un mal momento de su vida. No es su culpa, sino la vida misma que lo ha enfrentado a situaciones difíciles, por ejemplo al estado lamentable en que su mejor amigo regresó de un conflicto bélico de esos muchos en los que participó –y sigue participando- Estados Unidos, quedó en un hospicio. Para sus jefes editores, Pierre debe dar pruebas de que puede seguir siendo útil, y por eso le encomiendan entrevistar a Katya, una actriz de TV exitosa y muy bonita, famosa por sus muchos affaires. A él, que no se caracteriza por su buena onda sino todo lo contrario, le importa un bledo que ella sea famosa y deseable: solo quiere sacarse la nota de encima. De movida chocan como perro y gato, pero poco después un hecho fortuito, un “efecto mariposa”, los unirá en un loft, durante una hora en la que ambos parecen darse vuelta como una media. Pero ¿realmente lo hacen en serio? Por sus profesiones, ambos conocen muy bien lo que es esconderse detrás de una máscara. Más allá de confesiones y mentiras está la verdad. El argumento de Interview, la película dirigida y protagonizada por Steve Buscemi hace ya tres años, que compartió, delante de cámaras solamente con Sienna Miller, no es nuevo. Lo escribió el holandés Theodor Hollman, y en 2003 ya había sido llevado al cine por el artista múltiple y polémico que fue Theo Van Gogh, que murió asesinado a manos de un fanático islamista en Amsterdam, en 2004, cuando tenía 47 años.. Buscemi es un actor muy particular, y todo un símbolo del cine indi de su país. Además de trabajar desde 1992 bajo las órdenes de cineastas de renombre, como Quentin Tarantino, James Ivory, Jim Jarmursch, Abel Ferrara, Tim Burton y los hermanos Coen, entre otros, ha dirigido episodios de series, como Oz, Los Soprano, 30Rock, y largometrajes, el primero en 1992. El actor tardó nueve días en rodar la nueva versión del film que Van Gogh filmó en cinco: “Trajimos el mismo equipo usado en la película original. Rodamos con tres cámaras, tal como hizo Theo. Da mucha más libertad para hacer tomas largas”, reconoce Buscemi. “Es un sistema genial para que los actores que pueden hacer planos sin cortes. Además, teniendo tres ángulos cubiertos, suelen darse buenas sorpresas porque los actores se olvidna que hay cámaras” explicó.
De acuerdo al lenguaje implementado por Van Gogh, todas las escenas se rodaron con tres cámaras digitales3, una dirigida a Buscemi; otra, a Miller y la tercera, la “cámara maestra”, a los dos. “Rodamos 20 páginas de diálogo diarias y como si fuese una obra de teatro, seguimos y seguimos”, recuerda Miller, que en esta propuesta compone el papel más importante de su carrera hasta hoy. Este recurso permitió a los dos únicos actores de este relato hacer su trabajo muy rápido, con mucha espontaneidad. Y eso, para Buscemi lograr espontaneidad, credibilidad y velocidad, era todo un desafío, una puesta a prueba que para el público argentino, se revelará esta semana, tres años después de su pase por los festivales Fantasporto y Gijon.
1 comentario:
Qué bueno que ya termina Boardwalk Empire con Steve Buscemi tal vez si alargaban la serie terminarían destrozando la buena historia que han tenido hasta ahora
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