Santiago Alvarez fue una figura paradigmática del
cine documental cubano que arrancó en tiempos de la revolución de 1959 y ahora
es eje argumental de “El camino de Santiago: Periodismo, cine y revolución en
Cuba”, de Fernando Krichmar.
El filme, estrenado el último jueves por Doca en
los Espacios Incaa, repasa la obra de Alvarez a partir de la mirada de los actuales
cineastas cubanos que hacen frente al género con eje en la realidad presente, con la perspectiva que permite la
experiencia.
En diálogo con Télam, Krichmar repasa desde cómo
descubrió la obra de Santiago Alvarez, cuál fue el aporte del cineasta al
género en los últimos tiempos, con una nueva coyuntura.
-¿Cómo aparece la obra de Alvarez en tu vida?
-En los 90 nos formamos como cineastas en la búsqueda de los rastros de aquellos que habían usado el cine como arma de contrainformación en los 60 y 70 así llegamos a la obra de Raymundo Gleyzer y a partir de eso casi naturalmente dimos con la experiencia del Icaic y la tremenda obra documental de Älvarez. Pero más allá de estos clásicos, lo que más nos "arrebató" fue vivir en Cuba y tomar contacto con los materiales cotidianos de las 1500 ediciones del noticiero Icaic.
-¿En qué momento nace la idea del documental?
-La idea original es que estos "viejos" que se formaron en
este verdadero dispositivo de creación-formación que fue el noticiero, ahora
casi todos dedicados de lleno a la ficción, vuelvan al ruedo y filmen un noticiero
"homenaje" hoy en día, todos aceptaron encantados hasta que en una
charla con Fernando Pérez y Daniel Díaz Torres nos dijeron "Nosotros ya
estamos viejos, por qué no convocamos a generaciones jóvenes para que, con
nuestro asesoramiento, hagan ellos el noticiero "homenaje". La idea nos
llevó a buscar jóvenes cineastas que vengan de la ficción casi sin
entrenamiento documental para que podamos recrear la obra de Santiago desde una
mirada actual, con la realidad y los problemas actuales de la Cuba
revolucionaria
-¿Cómo fue la selección de los que hablan-reconstruyen al personaje?
-Se fue dando naturalmente, los mencionados Díaz Torres y Pérez, nos
mostraron los primeros noticieros en que ellos participaron y allí empezamos la
ronda de entrevistas. Como el Noticiero Icaic Latinoamericano fue un colectivo
muy unido, un personaje fue llevando a otro y fue fundamental en ese sentido el
apoyo del mismo Icaic y de Lázara Herrera, la compañera en vida de Santiago.
-¿Cómo se da ese compromiso?
-Aun hoy lleva la oficina con su nombre en el mítico edificio de 23 y
12. Ella nos permitió filmar en las mismas locaciones, algo que puso en un
lugar muy emotivo a los "asesores" entre los cuales se destacaron
Jerónimo Labrada y Daniel Diez, ambos sonidistas, Myriam Talavera, montajista,
Silvio Rodríguez, que fue cobijado por Santiago en el noticiero cuando lo
"botaron" de la televisión por simpatizante de los Beatles, Sergio
Vittier músico clásico del Grupo de experimentación sonora del Icaic, el
fotógrafo Raul Perez Ureta
-¿Cúales fueron los puntos culminantes de la obra de Alvarez?
-Además de los documentales y noticieros Santiago hizo algo que ya es
inhabitual: registró directamente, viajando a la realidad latinoamericana y
mundial in situ, dando una visión cubana y latinoamericana a hechos
estratégicos que se daban en todos los continentes.
-¿Como qué?
-Por ejemplo en Vietnam, al principio los vietnamitas no entendían por
qué quería filmar los parques y los niños jugando, los jóvenes tomando una
birra o un helado en los bares de Hanoi, los campesinos labrando la
tierra...para ellos era importante la guerra contra el invasor yanqui... Santiago
iba más allá, quería mostrarle a los cubanos y al mundo un pueblo pacífico que
el medio del horror de los bombardeos, seguía su vida cotidiana con tremenda fe
en la victoria, y además de mostrar esa "vida cotidiana" ponía
letreros que decían "nosotros convertimos el odio en energía" , la
mirada artística en lo cotidiano.
-Estuvo aquí…
-Registró como nadie las tensiones de la asunción de Héctor Cámpora en
1973, en Argentina con el El nuevo Tango. Para nosotros es increíblemente
actual esa mirada que complementa el acto protocolar y la movilización en
la Plaza de Mayo, con un acto en Córdoba del presidente cubano Dorticós
llevado casi en andas por Agustin Tosco festejando el aniversario del Cordobazo
o Piedra sobre piedra, sobre el devastador terremoto de 1970 y los de la
experiencia socialista en Chile que advierten la reorganización del fascismo y
el golpe desde antes de la asunción de Allende, por ejemplo en "Como, Por
qué y para qué se asesina un general" .
-¿En qué medida Alvarez es autor de sus obras?
-Fue el organizador de un colectivo que potenció al máximo las energías
creativas de cada uno de sus miembros, un artista que nutrió y se nutrió de la
savia joven de un colectivo en acción integrado al mango a un proceso
revolucionario muy profundo y eso resuma en cada material, incluso algunos
documentales dicen en los créditos "realización" y luego una larga
lista sin jerarquías ni detalles de su función en el film.
-¿Cómo fue la búsqueda de material acerca de Alvarez?
-Nos ayudamos de dos obras, una del amigo venezolano Atahualpa Lichy y
otro material hecho en la escuela de San Antonio de los Baños por una alumna
brasileña, "Now y siempre" con un Santiago ya grande pero muy
distendido y "jodedor" haciendo chistes permanentemente como dicen
los que lo conocieron que era su temperamento habitual, estos elementos de
archivo nos permitieron tener la presencia "viva" de Santiago en
nuestro documental.
-Hay un contrapunto entre lo curioso, lo simpático, lo dramático y hasta
lo cómico. ¿Cómo se logra el equilibrio dada esa disparidad?
-Es uno de los grandes aportes de Santiago al documental mundial, ese uso
tan latinoamericano del humor y la parodia. En ese sentido nos permitió el uso
de este recurso que agiliza cualquier documental y colabora en el proceso de distanciamiento
como decía Brecht para convocar a la actividad y participación mental del
espectador del documental.
-¿Cómo resumirías la idea del documental, y cuál es su mensaje?
-Creo que ofrece una idea de cómo la Revolución Cubana construyó sus
herramientas audiovisuales de interpretación de su propia realidad y del mundo
a través de la figura de su máximo documentalista en una mirada, una
reconstrucción y un homenaje de quienes se formaron, y formaron su obra, con él
y de los jovenes actuales que viven otra realidad y que se asoman a la
producción cinematográfica sin haber pasado por su "tutoría" y sin
casi haber conocido sus películas ni sus noticieros.
-Creés que el cine documental puede ofrecer un nuevo Alvarez?
-Como dice Silvio Rodriguez en nuestra película, y yo suscribo
absolutamente, "Hace falta un espacio como ese por la combinación entre
ética y estética" No solo poner en pantalla la realidad, la verdad de la
lucha de clases, si no hacerlo con una búsqueda de recursos estéticos y
expresivos que permitan llegar a las grandes masas sometidas para convocarlas a
la reflexión y a la acción revolucionaria.
-Creés que la nueva tecnología de bolsillo cambia el concepto de
documental?
-Ya lo decía el general Nguyen Giap, el vietnamita que venció descalzo a
los ejercitos imperialistas de Francia y Estados Unidos: "Lo importante no
es el arma, si no la idea detrás del arma".
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